Edgar Valcárcel Arze, compositor y maestro

Profesor Emérito del Conservatorio Nacional de Música, Director del Conservatorio en dos períodos, uno de los más notables músicos que el Perú ha dado al mundo.




domingo, 21 de marzo de 2010

Efigenio Mamani

Las novedades dramáticas de estos últimos días, conmueve a toda la comunidad artística, aún más, a todos los que hemos compartido momentos profesionales y privados con los que se fueron.
Me concierne darle una memoria al Maestro Edgar Valcárcel de su generosidad inigualable que fue con migo, mis hermanos y muchos con quienes no se ha limitado con nadie, nos ha inculcado de proseguir los estudios musicales hasta ofrecernos su propio hogar para facilitar una formación digna de una carrera musical. Somos numerosos los que fuimos impulsados a realizar estudios con su apoyo y hoy en día, sufrimos por perder una persona que se ha echo querer no solamente por su trayectoria, también, como persona que nos ofrecía su bondad, su tiempo, su paciencia sin interés alguna.

El destino me fue favorable en conocerlo al maestro en Puno. Desde ese entonces, impulsado a realizar estudios por el maestro, llegué a Lima muy tardíamente. Las dificultades en Lima me abordaba mis posibilidades y el maestro sensible a las circunstancias que vivía, me acogió de vivir en su casa. Si bien he estudiado en el Conservatorio Nacional se debe solamente por el maestro, ya que en esa época a principios había sido alguien que perturbaba las clases, hasta ser excluido por tres veces, pero, el maestro había tomado el rol de un padre, el protector sin cesar, un inolvidable amigo, un maestro quien solicitaba personalmente a las autoridades la necesidad de permitirme estudiar. Recuerdo aquellos momentos de mucha emoción, cuando el Conservatorio me había otorgado un diploma de honor, se le había pedido al maestro Edgar de entregarme el diploma y caían gotas de lagrimas de su rostro de alegría y desde ese entonces me llamaba para siempre « famoso Efi ».

Mi pensamiento al maestro incumbe a todo momento y me hace mucha falta para expresarle lo que siento a decirle « gracias ». Un padre de una linda familia en dolor, a quienes mi pensamiento es de mucha afección, el destino hizo su ley en alejarnos de él y, ahora, se fue a la tertulia de la divinidad.

Soñaba de tener la oportunidad de ser acompañado por una vez en mi vida al piano; pero, había esperado hasta nunca. En la última comunicación le comentaba sobre el proyecto de preparar un viaje con un Quinteto al Perú. Le había expresado que teníamos la necesidad de preparar una obra suya, para el cual le solicitaba que nos acompañara al piano; pero, el maestro me había dicho « yo ya no estoy bien para acompañarles»…como he podido imaginar de su presentimiento, pues había sido una despedida esta conversación, momentos preciosos que lo escucho sin cesar.

Particularmente, me siento muy apenado de haber perdido a un padre, a mi maestro muy querido y aún no realizo pensar de no volver a verlo más. He estado muy lejos, incapaz de estar junto a él para acompañarlo sus últimos momentos ante nosotros

Tenemos la obligación de promover su sabiduría y no caer en la indignación que aún muchos de nuestros compatriotas lo desconocen, también ignorado en gran parte de las mismas autoridades de nuestro país que la cultura no requiere el apoyo suficiente.

Quiero exclamar mi profundo afección a toda su familia y que el maestro DESCANSE EN PAZ

Efigenio Mamani Chambi